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Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo " Territorio irrenunciable "

“Los norteamericanos han visto a Guantánamo, ¡jamás renunciarán a poseerla!�, le dijo el patriota cubano, Manuel Sanguily, a su amigo Enrique Trujillo, cuando a mediados de 1898 leyó en un periódico de Nueva York acerca del desembarco de una escuadra de marines yanquis en la bahía guantanamera, al iniciarse la guerra Hispano-cubano-americana.
Tan diáfana expresión encerraba toda la lógica posible, pues para una nación con ansias expansionistas como los Estados Unidos, resultaba vital, posesionarse de aquella rada suroriental. Perfecta bahía de bolsa –una de las más grandes de ese tipo en el mundo-, la de Guantánamo tiene una longitud de 5,2 kilómetros, profundo calado, 20 cayos interiores, diversos muelles y capacidad para albergar de una vez a más de cuatro decenas de buques.
Está situada muy cerca del Paso de los Vientos –obligada ruta marítima entre el norte y sur de América-, en el centro mismo del Caribe, punto primordial para el control del Istmo de Panamá, donde desde finales de siglo se proyectaba construir el canal interoceánico, cuyos derechos alegaban los estadounidenses y que obtuvieron finalmente al comienzo de la pasada centuria.


EN VIOLACION DE LA LEY INTERNACIONAL


Con 117,6 kilómetros cuadrados de extensión –casi la tercera parte del municipio de Caimanera, en cuya demarcación se haya la base naval estadounidense en Guantánamo- el enclave resultó de la imposición a inicios de 1900 de un tratado permanente derivado de una enmienda a la Constitución cubana de principios de siglo pasado.
La mencionada cláusula, conocida como Enmienda Platt, fue aprobada por una Convención Constituyente sin facultades jurídicas para ello, ni rango de gobierno para fijar ningún tipo de relación con gobierno foráneo, y menos en detrimento de la soberanía nacional. Tal fue una de las primeras violaciones cometidas en materia de Derecho, precedida de otra consistente en el uso de posesiones por las tropas intervencionistas estadounidenses, las cuales amenazaron con permanecer indefinidamente y frustrar los sueños de independencia por los que lucharon los cubanos durante casi tres decenios, si no aceptaban el apéndice a la ley fundamental de la Antilla Mayor.
Al respecto, la Convención Internacional sobre Derecho de tratados, celebrada en 1969 en Viena, Austria, en el artículo 52 declara nulo todo tratado cuyo consentimiento se alcance con amenaza o uso de la fuerza, como ocurrió en este caso.
Por otra parte, el arrendamiento de tierras y aguas cubanas al gobierno de los Estados Unidos para el establecimiento de la base naval en Guantánamo -según el Tratado Permanente de 1903 y el de Relaciones de 1934, sustituto del primero-, se realizó “por el tiempo que necesitaran� los norteamericanos. Al no fijarse fecha de devolución, y quedar a perpetuidad si así lo desearan los norteños, se viola lo establecido legalmente para este tipo de convenio, pues resulta un absurdo jurídico que el propietario de algo (en este caso Cuba) esté imposibilitado de recuperar en momento determinado el territorio cedido.
Por tanto no existe tal “arrendamiento�, y de hecho se establece una real compra de un pedazo de Cuba, por medio de un pago vitalicio, una especie de alquiler obligado y para siempre. El Gobierno Revolucionario se niega a recibir desde 1959 pago alguno por la ocupación de la base, porque hacerlo sería reconocer la legalidad del enclave.
Según lo suscribe el obsoleto Tratado de Relaciones de 1934 entre Cuba y los Estados Unidos, el gobierno isleño no puede ejercer soberanía sobre esa porción del territorio nacional donde se localiza la mencionada instalación militar.
Si prescindiéramos de todos los elementos anteriormente expuestos, bastaría uno para demostrar la ilegalidad de la existencia de la Base Naval norteamericana en la bahía de Guantánamo. Se trata de lo expresado en el capítulo primero, artículo 11, de la actual Constitución cubana: “La República de Cuba repudia y considera ilegales y nulos los tratados, pactos o concesiones concertados en condiciones de desigualdad o que desconocen o disminuyen su soberanía e integridad territorial�.
Así indica la Carta Magna de la Isla aprobada en 1976 a través de referendo popular y voto libre por más del 98 por ciento de los votantes, que eran casi la totalidad de quienes tenían derecho a ejercer el sufragio.

OTROS ASPECTOS DEMOSTRATIVOS DE LA ILEGALIDAD
Varios de los aspectos recogidos en el propio Tratado de Relaciones entre Cuba y Estados Unidos en 1934, que según Estados Unidos ampara la existencia de la base naval no conservan validez. El documento señala que anima su firma “el deseo de fortalecer los lazos de amistad�, con el pueblo de Cuba.
De esa “amistad�:

Utilización del enclave militar en el abastecimiento de combustible a los aviones batistianos que bombardeaban a la indefensa población civil de las montañas orientales de 1958.

Utilización del enclave militar como fuente de tensión, amenazas y provocaciones contra Cuba, inmediatamente después del triunfo revolucionario; incluso allí se planearon posibles acciones contra la vida de dirigentes de la Revolución.

Utilización del enclave militar para desde allí disparar contra las postas cubanas, ocasionando la muerte a varios centinelas.

Añádase que el artículo 62 de la Convención Internacional sobre Derechos de Tratados, subraya en una de sus cláusulas: “Un cambio fundamental en las circunstancias que hayan ocurrido con posterioridad a las existentes al momento de concertar el contrato, lo hace anulable�.
¿Quién se atrevería a negar que las circunstancia en las cuales se estableció el Tratado de Relaciones entre Cuba y los Estados Unidos –y los textos “legales� anteriores de corte similar- son radicalmente distintos a las actuales?
El Gobierno de Cuba ha manifestado en reiteradas oportunidades que no renuncia a la soberanía sobre ese pedazo usurpado del territorio nacional, y está dispuesto a solucionar este problema por la vía diplomática, a la luz de las leyes internacionales vigentes.

CIFRAS Y HECHOS SOBRE LA BASE
Ocupa una superficie de 117.6 kilómetros cuadrados. De éstos son de tierra firme
49, de agua 38.8, y de terreno pantanoso 29.4.

A todo lo largo del perímetro de la base se tiende una cerca de 28 kilómetros de
longitud. Hay dos aeropuertos: McCalla y Leward Point.

Cuenta con una planta desalinizadora de agua, capaz de procesar más de un millón
de galones diariamente.
Cuba no ha hecho efectivo en las últimas tres décadas, ni uno de los cheques que Estados Unidos ha colocado en una cuenta en un Banco de Suiza, como pago por el “arrendamiento� de la base. Se trata de un poco más de cuatro mil dólares anuales, es decir, menos de 30 dólares por cada kilómetro cuadrado. Para Cuba esa cifra no es lo que determina su actitud, sino el rechazo a la imposición e ilegalidad de esa base.


Por Reinaldo Santana López

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