A continuación el texto de la octava entrega sobre las declaraciones del ex presidente del desaparecido Banco Intercontinental, Ramón Báez Figueroa, ante los tribunales.

XXIV. El plan de Mejía empieza a tener efecto.Como los retiros masivos persistían y el Banco Intercontinental estaba cada vez más necesitado de adelantos y redescuentos, lo cual, a su vez ayudaba a la propagación de los rumores (creando una especie de círculo vicioso que se retroalimentaba a sí mismo sin ninguna perspectiva de solución), a finales del 2002 la presión era insostenible y el señor Báez Figueroa empezó a contemplar la posibilidad de retirar la querella contra de Pepe Goico como la única alternativa que veía para poder “salvar” el banco.
Es así cuando aprovechó una ocasión en que el presidente Mejía decidió visitarlo, en su casa de La Romana, en compañía del astro del béisbol Sammy Sosa (casi a finales del mes de diciembre del 2002) y allí el señor Báez Figueroa le comunicó a Mejía su intención de no constituirse en parte civil contra Goico Guerrero y no tener interés en perseguir criminalmente este caso.
Mejia se sintió muy “complacido” y aprovecho la ocasión para reiterarle con su consabida hipocresía, “sus afectos” de siempre.